Mejora la salud general: Reduce el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes y problemas cardíacos.
Aumenta la energía: Un cuerpo en forma rinde más en las actividades diarias.
Fortalece la mente: Favorece la concentración y reduce el estrés.
Previene lesiones: Un cuerpo fuerte y flexible resiste mejor los impactos.
Prolonga la vida: Mantenerse activo mejora la calidad y la expectativa de vida.